una cosita para que no haya mas llanta mi medicina

Habitamos un planeta capitalista poderosamente apoyado en el consumo. Nuestra economía lamentablemente no es circular sino más bien lineal, solo hay que ver de qué manera todos nuestros aparatos electrónicos acaban en las costas de África tras su achicada vida útil o de qué forma se llevan al desguace automóviles que podrían proseguir andando a lo largo de múltiples años tras un pequeño arreglo. El planeta de la bicicleta por supuesto no escapa a esta regla y el día de hoy me agradaría ingresar en un lote muy pantanoso para charlar de de qué manera marcha la vertiente comercial de nuestro planeta. ¿Por qué razón pantanoso?, afirmarán ciertos de mis leyentes. Sencillísimo: ninguno de los actores que participa puede charlar bastante en contra suya: Los propios desarrolladores de bicicletas y piezas están apasionados ​​en que la rueda se prosiga moviendo sin frenos. Los corredores expertos, si bien todos y cada uno de los que nos movemos con ellos conocemos su opinión mayoritaria en privado, no tienen la posibilidad de abrir la boca (no muerdas la mano que te ofrece de comer, dicen) y los propios usuarios embrujados por las bondades que les contaron y su falta de conocimiento técnico no tienen la capacidad de distinguir cuándo se les da gato por liebre. En el presente artículo me agradaría sintetizar de manera corto y breve el desempeño de nuestro no tan pequeño mercado y, más tarde, ofrecer mi opinión sobre varios de los ítems que se nos está tratando vender en el último lustro que, por lo menos en la mía visión, no son lo que garantizan.

médico

Para iniciar me agradaría daros una imagen mental del planteo de las considerables fabricantes en el momento de desplazar el mercado: Primeramente a la marca no le resulta interesante vender un producto de muy mala calidad/durabilidad : si sus cuadros fisuran tras un año la mala popularidad terminaría con el desarrollador en un tiempo reducido. He tenido la fortuna de ayudar con fabricantes en múltiples procesos de diseño de material durante mi carrera y he podido presenciar el estudio de mercado que efectúan los desarrolladores antes de publicar sus artículos. Reconocen a la perfección que el cliente es un sujeto presto a gastar visibles proporciones de dinero constantemente con el objetivo de no solo ser mucho más veloz sino más bien asimismo alardear de su montura entre sus populares. Por consiguiente, el negocio es bastante simple: al cliente hay que darle un aliciente, fundamento o de qué manera deseen llamarlo cada no un buen tiempo a fin de que se decida a mudar piezas o, lo que es aún mucho más sanguinolento, una bicicleta con perfección servible y de calidad por otra en teoría mejor. Ninguna marca adecuadamente puede posibilitarse vender artículos de mala calidad, pero tampoco puede tolerar que el cliente adquiera una bicicleta cada década, puesto que el negocio dejaría de ser productivo en no bastante tiempo. A consecuencia de lo que acabo de decir tenemos la posibilidad de presenciar de qué forma cada lustro se muestran cuando menos unos cuantos “upgrades” que revolucionarán el mercado, aportarán un plus a nuestra experiencia como corredores o sencillamente nos van a dejar alardear de llevar el último. El interrogante que por supuesto les brotará en este momento es la que responderé en los próximos parágrafos: ¿es todo tan rompedor/preciso/bueno como nos lo vende la industria?

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