Un poco maníaco y un montón feliz.

Lo negativo de ser maníaco es que duermo muy poco. Lo bueno es que soy feliz. Tan feliz, es raro. Sigo encontrándome mirando a mi esposo cuando él no está mirando y sonriéndome.

Otra cosa buena es que estoy sintiendo sentimientos. No estoy súper entumecido como con la depresión. Hombre, odio la depresión… Sin embargo, no tiene sentido preocuparse por eso hasta que llegue aquí.

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