Aquí hay algo para pensar: el cerebro humano adulto promedio tiene alrededor de 100 mil millones de células.
Los científicos solían pensar que pasada la infancia, el cerebro dejaba de desarrollarse. Una vez que se formaron todas sus conexiones, se establecieron para la vida, y luego, todas estas células simplemente comenzarían su inexorable declive.
Ahora, sabemos diferente: la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para crear y reorganizar conexiones sinápticas) continúa durante toda la vida. Y en estos días, la comunidad científica investiga activamente las innumerables formas en que esto sucede y cómo podemos aumentar nuestra capacidad intelectual.
Cómo aumentar tu capacidad intelectual
Aunque sabemos desde hace mucho tiempo acerca de las áreas que “alimentan el cerebro” (p. ej., una buena nutrición, aprender nuevas habilidades), aquí hay algunos hallazgos recientes sobre cómo impulsar la capacidad intelectual:
1. Aprovecha la temporada de arándanos
Una dieta rica en alimentos de origen vegetal (frutas y verduras) ayuda a la cognición del cerebro y evita la demencia. (Por el contrario, sabemos que demasiada sal, azúcar y grasas trans provocan inflamación y encogimiento del cerebro). Este estudio es una de las pruebas que relacionan los arándanos con la capacidad intelectual a medida que envejecemos. Los arándanos contienen flavonoides (pigmentos vegetales) que se sabe que generan una variedad de beneficios para la salud, incluido el potencial para proteger las neuronas cerebrales.
2. Ejercicio para el cuerpo y el cerebro
El ejercicio es bueno para el corazón, pero también se ha demostrado que tiene un fuerte impacto positivo en el cerebro. El ejercicio puede crear nuevas células cerebrales y conducir a una mejora en el rendimiento general del cerebro. Un estudio científico en particular, se centró en el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), y encontró un aumento del 32 por ciento en los niveles de BDNF en los deportistas. BDNF es una proteína dentro de las células nerviosas que, en esencia, mantiene el funcionamiento óptimo de esas células y contribuye a su crecimiento, así como al crecimiento de nuevas neuronas. Parece que los entrenamientos vigorosos pueden aumentar los niveles de BDNF.
3. Trabajar bien para pensar bien
Los espacios de oficina ambientales («verdes») siempre han mantenido una buena reputación. Ahora, resulta que además de una mejor productividad y menos días de enfermedad, también tienen un impacto en una mejor capacidad intelectual. En 2015, un estudio realizado por Harvard TH Chan School of Public Health mostró que el funcionamiento cognitivo mejora sustancialmente para aquellos que trabajan en oficinas «verdes». Gran parte de esto se debe a una mejor circulación del aire y ventilación, lo que puede resultar en niveles más bajos de compuestos orgánicos volátiles (COV) y dióxido de carbono en el aire. Consulte con su empleador o un experto ambiental sobre cómo podría facilitar un espacio de oficina «verde». Mientras tanto, considere las plantas de interior. Simplemente agregar algunos de estos puede reducir la contaminación interior y ayudar a filtrar el aire.
4. Llevar una vida musical
Escuchar música, cantar o tocar un instrumento “ejercita” nuestro cerebro. Esto se debe en parte a la liberación de dopamina, un químico que nos hace sentir bien. Un estudio de 2015 descubrió que la música clásica, específicamente Mozart, puede vincularse a la actividad de ondas cerebrales que afecta la atención y la función cognitiva. Resulta que la música es un mecanismo de afrontamiento para el dolor y la depresión (que involucran sustancias químicas cerebrales). Además, un investigador postula que las emociones fuertes evocadas por la música pueden mejorar la memoria cerebral.
5. Despeja la casa, despeja la mente
Investigadores del Princeton Neuroscience Institute (PNI) publicaron un artículo en el Revista de neurociencia que detalló su descubrimiento de un fenómeno interesante: múltiples estímulos presentes en el campo visual al mismo tiempo compiten dentro del cerebro, lo que resulta en un rendimiento reducido. Básicamente, esto significa que el desorden causa distracción y que la distracción impide que el cerebro se concentre y procese la información. Los hallazgos de su estudio implican que un ambiente limpio se traduce en una mente clara.
6. Medita para tener paz (y fortaleza) mental
Múltiples fuentes han proporcionado evidencia sobre la conexión entre la mediación y los cambios cerebrales positivos. Éstos incluyen un estudio que vincula un aumento en la densidad de la materia gris a la meditación. Incluso 20 a 30 minutos al día de meditación/atención plena pueden provocar los siguientes cambios cerebrales definitivos:
- Un aumento en la materia gris de la corteza cingulada anterior (ubicada detrás del lóbulo frontal del cerebro)
- Un aumento en la densidad de la materia gris en la corteza prefrontal (regula la resolución de problemas, la emoción y la planificación)
- Un aumento en el grosor cortical del hipocampo (responsable del aprendizaje, la memoria y la susceptibilidad al estrés y trastornos relacionados)
- Una disminución en el tamaño de la amígdala, la fuente de las emociones de miedo y ansiedad (conocido como el mecanismo de «lucha o huida» del cerebro).
Entonces, con este nuevo conocimiento, volvamos a esa estadística original: El cerebro humano adulto promedio tiene alrededor de 100 mil millones de células. Solo piensa en cómo podemos nutrir todas esas células y qué pasaría si lo hiciéramos…
Publicado originalmente en el Correo Huffingtonactualizado en octubre de 2021.

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