Te enseñamos sobre los fármacos fatales en perros y gatos.
Dejar tus fármacos al alcance de tus pilosos, o lo que es peor, tratar las nosologías y problemas médicos con tus medicinas para humano son un grave peligro para la salud. De ahí que, te contamos sobre los fármacos fatales en perros y gatos, la razón por la cual son dañinos para ellos y si verdaderamente todos son pésimos para ellos.
Antihistamínicos (chlorfeniramina, cetirizina y clemastina)
En perros no se emplea como antialérgico pues no es eficiente. Además de esto, los antihistamínicos tienen la posibilidad de tener otros resultados perjudiciales en nuestras mascotas, como retención urinaria, incremento de la presión intraocular, sequedad en boca, etcétera.
Este fármaco en el momento en que se absorbe genera úlceras, volviéndose las heces oscuras o negras, singularmente en gatos, cuya supresión es muy lenta. Además de esto, en dosis altas (diez ocasiones la dosis frecuentemente sugerida) tiene un efecto antiemético.
El régimen de ataque
Esta clase de régimen está designado únicamente a los gatos en situación de ataque aguda. Deja calmar las vías respiratorias de la mascota lo mucho más de forma rápida viable. Los fármacos que conforman el régimen de ataque, cuyos más frecuentes son los broncodilatadores, hacen más fácil el paso del aire y calman la respiración.
Un ataque de asma en un gato no ha de ser ignorado. Si su gato está tolerando un ataque de asma, no dude en llevarlo al veterinario a fin de que le dé asistencia respiratoria de urgencia.
Pipetas
Una alternativa muy cómoda y novedosa son los tratamientos spot-on, mucho más populares como “pipetas” por los dueños. Radica en utilizar unas gotas en la región de la cruz (en el dorso del cuello), que son absorbidas mediante la piel y nos dejan efectuar tratamientos periódicos de desparasitación interna (para los vermes intestinales, sí, sí, pese a ponerse en la piel), tratamientos vitamínicos para el pelo, tal como los populares tratamientos precautorios para pulgas y garrapatas.
Finalmente, es esencial que sepa que cada días un poco más viviendas comerciales, conscientes del inconveniente, están construyendo fármacos inyectables de extendida duración. Esto en la práctica se traduce en que, si por poner un ejemplo el animal precisa un régimen antibiótico por el hecho de que fué operado, tenemos la posibilidad de pincharle en el hospital este antibiótico exactamente el mismo día de la intervención, y el efecto va a durar hasta 20 días después, con lo que no va a ser preciso administrarle ninguna medicina vía oral en el hogar.