Soy el máximo perfeccionista. Si yo. Incluso recibí una galleta de la fortuna una vez que decía: «Tienes un anhelo por la perfección», ¿lo crees? ¡Incluso Confucio lo sabe!
Pero es una verdadera batalla para mí. Espero cosas de mí mismo que nunca esperaría de nadie más, y eso realmente afecta mi trastorno bipolar, porque, bueno, nadie es perfecto y nadie puede vivir con ese tipo de estrés.
Estuve hablando con alguien al respecto últimamente y me dijeron: «Está bien luchar por la perfección, siempre y cuando no esperes llegar a la perfección».
Está bien cometer errores. Eso es lo que he estado aprendiendo. Si no aprendes eso, estarás atado por el miedo (otra cosa que es mala para nuestro trastorno bipolar).
Considere la siguiente cita: “Estamos dispuestos a cometer errores y tropezar, siempre que estemos siempre tropezando hacia adelante. No estamos tan interesados en lo que somos como en lo que nos estamos convirtiendo. Estamos en el camino, no en la meta. Y estaremos en el camino mientras vivamos”.
Realmente me gusta eso. Trato de ser tan perfecto con mi escritura. Pero cuando vi esto, fue como si me diera permiso para cometer errores, para no esperar siempre tal perfección de mí o de mi escritura.
Y que está bien tropezar, mientras siempre estemos tropezando hacia adelante. Muchos de nosotros pensamos que si tropezamos, fracasamos. Y luego no nos levantamos. Nos deprimimos. Y luego, lo siguiente que sabes es que estamos en un episodio depresivo bipolar.
Bueno, por la presente les doy permiso para no ser perfectos, para cometer errores y para tropezar, mientras sigan tropezando, tal como me lo dieron a mí.
¡Uf, me quité un gran peso de encima cuando lo leí!
Me encanta especialmente la frase que dice: «No estamos tan interesados en lo que somos como en lo que nos estamos convirtiendo».
En esa lucha por la perfección, siempre estaba tratando de ser algo que no soy. Tratando de ser la «Michele perfecta». Pero la semana pasada me di cuenta de que ya soy la «Michelle perfecta», porque soy tal como Dios me hizo. Ahora, eso no significa que no pueda dejar de crecer. Claro, necesito algunos retoques aquí y allá, todos los necesitamos, porque no puedo dejar de crecer.
Pero necesitamos aceptarnos a nosotros mismos como Dios nos acepta, tal como somos.
Entonces podemos aceptar la línea de la lectura que dice: “Estamos en el camino, no en la meta. Y estaremos en el camino mientras vivamos”.
Deseándole alegría y estabilidad,
Recuerda Dios te ama y yo también
michele