pedacio dioscorides anazarbeo acerca de la materia medicinal y los

La tradición medieval del médico pensador, del médico humanista, proveyó visibles figuras en el Siglo de Oro: Andrés Laguna, Valls, Huarte de San Juan, etcétera. El Humanismo de los siglos XV y XVI fue un movimiento intelectual y estético, al tiempo nostálgico, crítico y también revolucionario. Pocos españoles de las primeras décadas del siglo XVI, y tan caudalmente de europa de aquella Europa, como este egregio segoviano, incansable y al final fatigado viajero por Francia, Países Bajos, Lorena, Renania y también Italia, y tempranísimo denunciador de la catástrofe que para la vida europea empezaba a ser la contienda bélica y religiosa entre sus hombres.

Conocemos por A. Laguna que su patria es Segovia, conocida tanto por la industria y piedad de sus gentes como por la amabilidad del cielo y del sol. Nació en una vivienda de la calle del Sol, en la judería, donde vivían sus progenitores: Diego Fernández de Laguna médico judío converso y Catalina Velázquez, y donde asimismo nacerían sus hermanos. Admitimos en 1499, el de su nacimiento, que apuntó su primer biógrafo Diego de Colmenares, que escribió: «Nació en nuestra localidad de Segovia, en la Parroquia de San Miguel, año (según hemos comprendido) de mil cuatrocientos noventa y nueve». Otras datas destacadas de su nacimiento y muerte: 1489-1569; 1499-1559; 1511-1560; y 1511-1559.

La imprenta y el Dioscórides

Centrándonos ahora en las ediciones impresas de De materia medica, cabe decir que la primera, que fue publicada en 1478 en Italia por Joannes de Medemblick, era de todos modos, una versión latina muy adulterada de la obra original de Dioscórides. La que no se recobraría prácticamente en su integridad hasta el momento en que en 1499 el insigne humanista-impresor-editor Aldo Manuzio (1449/1450-1515) publicara en Venecia una edición en heleno de exactamente la misma. Esta edición ejercitaría una predominación definitiva sobre los estudios farmacológicos y botánicos de la Edad Actualizada.

Con la invención de la imprenta aparecerían las primeras traducciones de De materia medica a los primordiales lenguajes de europa. Estas traducciones por el momento no estaban destinadas única y de forma exclusiva a expertos, sino asimismo iban dirigidas a todas y cada una esas personas con determinada cultura que deseasen agrandar sus entendimientos sobre fitoterapia, botánica o medicina. Lo que no sacaba a fin de que fuesen muy cuidadas. Por otro lado, y sabiendo el género de lector potencial al que estaban destinadas, no es de extrañar que:

Deja un comentario