para q sirve la hoja de coca como planta medicinal

¿Cuáles son los enormes bienes de los territorios andinos? Es posible que supongas en los conocidos adornos de oro de los Quimbayas y Muiscas, o las esmeraldas, o probablemente el petróleo. Pero hay otras riquezas que están no bajo tierra, sino más bien en las selvas y sierras: plantas como el tabaco, el cacao y la torta.

El tabaco y el cacao gozan de la aceptación universal. Ofrecemos por hecho que tenemos la posibilidad de hallar un cigarro o un chocolate en cualquier tiendecita de la esquina, en prácticamente cualquier lugar de este mundo. Pero la pobre torta está perseguida por el glifosato y por los gobiernos. Uno no puede conducir una inocente infusión de hojas de torta a numerosos países, sin interludio desapacible con el perro adorable de la no tan adorable policía del campo de aviación.

Harina de torta y su capacidad nutritivo

Desde una investigación efectuada bajo el nombre de “Valor sobre nutrición de el papel de torta”; se verificó que masticar 60 gramos de esta planta reemplaza las pretensiones de calcio en el organismo.

Del mismo modo según el estudio de la Facultad de Harvard de 1975, se determinó que es un complemento preciso a la dieta día tras día por su contenido elevado vitamínico y de oligoelementos.

VIAJE A ECUADOR

La posibilidad de que otros científicos, entre ellos Linneo y Lamarck, tengan la posibilidad de tener el ocasión de investigar plantas de torta se gestó en 1735, en el momento en que la Academia Francesa de Ciencias favoreció un viaje al Nuevo Planeta animado por un enfrentamiento sobre la manera de la tierra entre Isaac Newton (1642-1727) y Jean-Dominique Cassini . Aquel mantenía que la tierra era una esfera oblata (levemente allanada en los polos) al paso que el italiano, habituado a Francia, mantuvo en 1718 que era prolata (levemente constreñida en Ecuador). El enfrentamiento cumplía cerca de 20 años; Newton había fallecido, pero la disputa se había transformado en una cuestión de honor nacional. En Francia, la bandera de pelea había sido tomado por Jacques Cassini (1677-1756), hijo de Jean-Dominique; los Cassini fueron una familia de astrónomos y geógrafos que dominarían la astronomía francesa por tres generaciones. Para solucionar la disputa, la Academia Francesa decidió mandar 2 expediciones para medir un nivel de arco de meridiano al ártico y al ecuador ya que, si Newton llevaba razón, el arco había de ser levemente mayor al ecuador. Pierre-Louis Moreau de Maupertuis partió a Laponia, pero para la expedición al ecuador debieron soliciar la autorización de la Corte De españa. Felipe V, más allá de las objeciones del Consejo de Indias, decidió autorizarla a condición de que llevaran dentro a un oficial español, Antonio de Ulloa. La expedición partió el 16 de mayo de 1735 a cargo del astrónomo Louis Godin; lo acompañaban Pierre Bourguer y Converses-Marie de La Condamine (1701-1774), matemático, integrante de la Académie Royale des Sciences desde 1730, amigo de Voltaire y partidario de la teoría de Newton. En la tripulación viajaba un botánico, Joseph de Jussieu (1704-1779), asimismo integrante de una familia de conocidos, en esta ocasión de médicos y botánicos, resaltando Antoine de Jussieu (1686-1758), que fue directivo del Jardin des Plantes y su hermano Bernard (1704-1779), directivo de los jardínes en el Trianon de Versalles. Terminado el trabajo de medición, La Condamine, Godin y de Jussieu terminarían la expedición por distintos sendas por una disputa con Godin y una discusión sobre la precisión de las mediciones que habían hecho. Condamine no era, supuestamente, el más destacable astrónomo o matemático, pero fue el mucho más exitoso y quien se llevaría la gloria. Al finalizar sus mediciones emprendió, adjuntado con Pedro Maldonado, un viaje en balsa de 4 meses en todo el Amazonas hasta Pará, a lo largo del como recogió especímenes del árbol del caucho y la quinquina de Loxa de la que Linneo establecería el género chinxona o cinchona en 1742; el nombre honró a la condesa de Chinchón, mujer del virrey, que en 1630 había sido curada de “fiebres” por la quinina mandada por un funcionario de Loxa. Finalmente, La Condamine regresó a París en 1745, tras una estancia en Cayena, diez años tras haber iniciado el viaje. Sus impresiones las publicó en 1751 en su Journal du voyage fait por orden du roi en el ecuador. La aventura de ámbas expediciones de la Academia serían conmemoradas por un sello del correo francés en 1986 donde se muestran Maupertuis y La Condamine.

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