Los Centros para el Control y Prevención de Anomalías de la salud (CDC) son las primordiales instituciones encargadas de divulgar las sugerencias sobre medidas de prevención y control de las infecciones nosocomiales a proseguir. Fue en 1970 en el momento en que difundieron las primeras técnicas de aislamiento, en las que se incluyeron siete géneros de aislamiento: entérico, riguroso, de lesiones y piel, asegurador, respiratorio, de sangre y de secreciones. Mucho más adelante, en 1983 fueron reemplazadas por “la guía de aislamientos”, donde se suprime el aislamiento asegurador, estableciendo 6 tipos nuevos: de contacto, de drenajes, riguroso, respiratorio, de secreciones y de tuberculosis, en aparte de añadir cautelas concretas para determinadas anomalías de la salud.
En 1985, gracias a la epidemia de infección por el VIH, se promulgaron una sucesión de cautelas universales, incidiendo en aquellas medidas similares con la sangre y otros fluidos anatómicos. Esto provocó la generalización del empleo de guantes sin continuar las reglas higiénicas fundamentales, con lo que aumentó sensiblemente la transmisión de microorganismos entre pacientes.
Piel con piel
«En mamás sintomáticas con infección confirmada o posible el recién nacido habrá de ser ingresado apartado y separado de su madre. La duración de las medidas de aislamiento y de separación madre-hijo se deberán investigar de manera individual con relación a los desenlaces virológicos del niño y de la madre y según las sugerencias del aparato de medicina precautoria del hospital ». El peligro de que el virus se transmita al bebé no está en la lactancia, sino más bien en el contacto directo entre los dos.
De ahí que, comentan desde la FAME «se van a tomar en un caso así las medidas de precaución correctas a todas y cada una de las mujeres embarazadas, singularmente si dieron positivo». Específicamente, estas medidas van «desde el lavado de manos antes y tras coger al bebé, a la utilización de máscara o la esterilización el sacaleches si se usa…», añade Jessica Vázquez, partera del Hospital Valle del Nalón, en Asturias. En todo caso, lo idóneo es que el contacto prosiga estando. Así como contribuye la doctora Simón, la piel con piel «demostró tener varios provecho tanto para la madre para el bebé».
La lactancia se encuentra dentro de los temas que mucho más cuestiones han generado entre estudiosos y perjudicadas. El protocolo de Sanidad recopila que no hay datos en estable sobre el amamantamiento en la situacion de mujeres inficionadas. De ahí que se acoge a las sugerencias que establece la OMS.