La sostuve unos minutos y la bajé para ir a orinar, pero lo único que le importaba era la galleta. Hubieras pensado que no le di de comer al perro. Luego volvimos adentro, ella misma subió las escaleras y parecía estar bien. Luego miré su rostro y su ojo izquierdo estaba rojo. En la esquina exterior estaba roja como si la hubieran golpeado.
Llamé a la línea de emergencia veterinaria y la amable mujer me dijo que enviara una foto. Dijo que parece un rasguño o un hematoma superficial. No necesitó que la llevaran de urgencia al hospital. Qué alivio.
Le di algunos de sus analgésicos y está profundamente dormida. Puse la puerta para bebés al otro lado de las escaleras para que no se caigan más.
Lo juro, estaba tan asustado. Cuando la vi tocar fondo, pensé que esto era todo, ella se había ido. Pero debería haber sabido que después de que el perro del vecino se cayera de la cubierta del segundo piso y no tuviera un rasguño, los perros son resistentes.
Suficiente para mí hoy. Se supone que debo hacer mi tiro, pero no creo que pueda dejar de temblar para hacerlo.
Hasta mañana…