mujer que se hizo pasar por hombre para estudiar medicina

Famosa como la primera mujer que se atrevió a ser científica, Agnodice llegó a lograrlo simulando ser un hombre. Decidió estudiar medicina y obstetricia, pero de ahí que, y gracias a la temporada en que lo logró (siglo IV a.C.) debió cortarse el pelo y moverse a Alejandría. Además de esto, precisó la autorización de su padre. Unos años después, hacia el 350 a. regresó a su localidad de origen, Atenas, donde abrió su consultorio para lograr atender a mujeres. No ha podido abrirlo siendo mujer, con lo que volvió aparentando ser un hombre para lograr proseguir ejercitando.

Se transformó en una doctora de enorme respeto, si bien gracias a la rivalidad que ciertos de sus colegas masculinos sentían hacia ella, se propagaron acusaciones de intento de violación a ciertas de sus pacientes . Tras esto, Agnodice se vio obligada a conocer su misterio, dando a saber que era una mujer y no un hombre como todos pensaban. Por último el tribunal la imputó por suplantación de identidad, siendo el veredicto del tribunal el de la pena capital por hacerse pasar por un hombre y ejercer una profesión completamente prohibida para las mujeres. Por suerte, sus pacientes se movilizaron para hallar que estos sucesos no se generaran y consiguieron rescatarla, logrando además de esto que el juez cediese que Agnodice continuara con su tarea médica en conjunto independencia y con su auténtica identidad, la de mujer.

James Barry la mujer que se realizó pasar por hombre para ser cirujano, trabajó en el ejército británico

En aquella temporada, que una mujer quisiese estudiar medicina no solo era un despropósito , sino además de esto era algo irrealizable. De ahí que, se estima que para lograr estudiar adoptase la personalidad de James Barry. En 1809, James ingresó en la capacitad de medicina de Edimburgo.

En el momento en que consigue el título, James se embarca en la aventura de ayudar al ejército británico. A lo largo de su estancia en el ejército sirvió en múltiples sitios como India o Suráfrica. Es en este último país, donde el doctor Barry efectúa una cesárea triunfadora, diríase que entre las primeras o la primera en salir eficazmente. De ahí que, en su honor se impuso al recién nacido el nombre de James.

La medicina del pasado

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Las mujeres realizaron acciones excelentes para conseguir puestos expertos, conseguir reconocimiento y lograr misiones, en una sociedad que les cerró sus puertas con motivo de género

Vestirse como hombres y emplear pseudónimos masculinos, son las primordiales acciones efectuadas por mujeres resaltadas, que el día de hoy sí que son reconocidas por su género, pero hace siglos y décadas atrás, eran “machos”.

Catalina de Araús y Pérez de Galarraga, de españa (1585 o 1592-1650). Nombres masculinos: Pedro de Orive, Francisco de Loyola, Alonso Díaz, Ramírez de Guzmán o Antonio de Eraus. Vivió en un convento desde los 4 años hasta los 15 años, en el momento en que escapó. Fue militar, monja y autora de españa, que vivió disfrazada de hombre, con el pelo cortito y utilizando diferentes nombres. Su físico no era femenino, lo que le asistió a su engaño. Logró múltiples viajes por América como militar, ganando popularidad de ser valeroso y hábil con las armas y sin descubrir jamás que era una mujer. En la guerra de Valdivia recibió el nivel de alférez. Gracias a una disputa fue detenida y para eludir su ajusticiamiento solicitó clemencia al obispo Agustín de Carvajal, al que confesó que era mujer. El obispo la resguardó y fue mandada a España. Allí la recibió el rey Felipe IV de España, quien le sostuvo su graduación militar y la llamó monja alférez, mientras que le dejaba usar su nombre masculino y le concedió una pensión por sus servicios a la Corona en la Capitanía General de Chile. Catalina viajó a Roma, tuvo una audiencia con el papa Urbano VIII, quien la autorizó para proseguir vistiendo de hombre.

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