Esta visión nos intentará una gran autovaloración, nos va a hacer comenzar a tener “fe en nosotros”. En expresiones de Albert Einstein, «la cabeza es como el paracaídas… solo marcha si la poseemos abierta». La clave se encuentra en controlar los propios pensamientos. Observemos, piensa: ¿dejas que tu cerebro y tus pensamientos te dominen? ¿O mucho más bien empleas el poder de la cabeza para controlar tus pensamientos? Debes rememorar siempre y cuando «las manifestaciones del cuerpo acompañan el pensamiento». Ya conoces, tú decides, pues este es precisamente entre los puntos que marca la diferencia entre salud psicológica o patología. Valga aquí la célebre cita de Descartes: “pienso, después existo”. La verdad es que tenemos la posibilidad de realizar todo cuanto nuestra cabeza logre imaginar, ya que solo usamos el 1% de nuestra aptitud mental. Varias personas aprenden a mejorar su cabeza al límite. Un óptimo espectador va a saber que un enfermo puede volver como estaba mucho más veloz si tiene un pensamiento positivo. Por contra, alguien en quien dominan los pensamientos negativos tarda considerablemente más tiempo en volver como estaba y, en ciertos casos, la debilidad o apego se agudiza. Como afirmaba Bob Marley: “Absolutamente nadie mucho más que uno puede dejar en libertad su cabeza de la esclavitud”. Tú mismo lo comprobarás si enfocas un pensamiento positivo sobre alguna área de tu cuerpo donde sientes afecciones. Debes persuadirte del poder de tu cabeza para promover la curación. Te sugiero que lo coloques en práctica por ti y que comiences a experimentarlo. Como afirmaba mi amado compañero Christiaan Barnard, «todo está en tu actitud mental». Te sugiero que hagas un esfuerzo: borra de tu cabeza de manera inmediata cualquier pensamiento negativo que se acerque, lo que crea duda, miedo, culpa y remordimientos. Recrea tu cabeza con pensamientos positivos que desarrollan sentimiento de confort, seguridad, comprensión y curiosidad. En este sentido, uno de mis libros preferidos es El Misterio de Rhonda Byrne, donde, precisamente, te enseña muchas de estas claves. «En el momento en que emites la continuidad especial de lo que deseas, la ley de atracción va a mover fuertemente a todas y cada una la gente, situaciones y hechos a fin de que lo recibas». Piensa en positivo.
Créeme, no tengas dudas que la «mentalización»/«sugestión» ejercita una predominación importante en el estado de salud. Este principio actúa en ámbas direcciones: personas que detallan un prominente nivel de fe, de seguridad en sí mismas, que tienen el hábito de meditar, de rezar, que visualizan o hacen algún género de proyección mental, argumentan mejor a los tratamientos y se ponen enfermos menos. No obstante, sucede todo lo opuesto en personas sometidas a agobio crónico, con escasa seguridad en sí mismas, fatalistas y que, al fin y al cabo, no usan su cabeza para contribuir a su cuerpo. Estas personas tienden a enfermar mucho más, argumentan peor a los tratamientos y tienen una salud mucho más frágil. De esta forma, todas y cada una contribuyen a desarrollar mecanismos de autocontrol. Proseguimos, en este sentido, Séneca: «admira quien lo procura, si bien fracase».
¿Qué es la Medicina Humana?
La medicina humana es el área de la salud, que se ocupa de estudiar, tratar y impedir las anomalías de la salud que afectan al humano.
La llegada de la medicina es un campo amplísimo, que incluye el precaución de la salud, la app de la ciencia y la tecnología para ofrecer un mejor servicio a los pacientes.