medicina porque no nos concentramos despues de muchas horas seguidas

Nota del editor: Desgraciadamente, Henny Majlis murió el pasado viernes 16 de octubre de 2015, tras luchar contra el cáncer. Ella tenía 58 años.

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LA DIFICULTAD RESPIRATORIA, UNA DE LAS SEQUELAS DEL COVID

La secuela más esencial y mucho más incapacitante que deja el COVID 19 es la persistente.

Como síntomas mucho más propios de la convalecencia en pacientes COVID, nuestros amigos describen las próximas patologías:

Planear el trabajo

con preciso intentando cumplir objetivos, por servirnos de un ejemplo, marcando lo que es requisito estudiar en un tiempo de una hora.

Da a tu cerebro el tiempo que precisa para procesar la información.

La primera oportunidad que aprendas algo nuevo, así sea estudiándolo de un libro, o en una charla, tienes que comprobar exactamente el mismo material a las 24 h. De esta manera lograrás eludir que se olvide hasta un 80% de la información. Si tras una semana volvemos a comprobar nuestros apuntes, en tan solo 5 minutos retendremos el cien% de la información. Referencia

“Que se caiga del cielo”

Todas y cada una de las nosologías, pero en especial la epilepsia refractaria, están en el foco de la Fundación Daya. Ana María afirma que fué un sendero retardado, por el hecho de que en el momento en que partieron fueron de manera cuidadosa con los progenitores de los pequeños que recibían estos tratamientos, por el hecho de que la sociedad aún no se encontraba dispuesta para recibir el tema. La autoridad tampoco podía comprenderlo. Hubo que realizar un trabajo esencial para disponer el tema y sensibilizar antes que una madre saliese dando sus presentes. Antes corrían el peligro de ser incomprendidos y trasmitir esto a los pequeños. “Fuimos precavidos y en el momento en que ahora teníamos harta experiencia amontonada y habíamos conversado con el SENDA, con la intendencia, en el Ministerio de Justicia, con autoridades de salud, en el momento en que ahora habíamos instalado esta situación, últimamente lo sacamos a la luz”, delimita a la presidenta de Daya. “Me da la sensación de que hemos logrado disponer el tema y hemos logrado proveer a la ciudadanía de la información precisa. Es una parte de la misión que nos planteamos como fundación, y sentimos que lo hicimos exitosamente. Imagínate que nosotros partimos con el primer tolerante de epilepsia refractaria hace un par de años y medio… y lo partió todo. Hay 30 agrupaciones con las que nos encontramos conectados y, especialmente, con las que reúnen a pacientes con epilepsia refractaria. Nosotros hemos participado en distintos encuentros y pertence a los temas en los que mucho más nos concentramos, por el hecho de que contamos clara la prueba experimental o experiencial de de qué manera optimización la calidad de vida de los pequeños y, por consiguiente, de sus familias. No se debe olvidar que esta es una nosología que no está cubierta por el Apogeo, que no es cubierta por el GES, y los fármacos que se usan, al final, incumplen o no alcanzan supervisar las crisis ni prosperar la vida de estos pequeños , y desarrollan potentísimos resultados consecutivos”. Ana María Gazmuri remarca que la experiencia de ver de qué manera estos pequeños mejoran, ver la promesa que se crea en las familias y acortar el mal de los pacientes es la máxima satisfacción de la fundación. “Nosotros abogamos por la creación de una sociedad mucho más empática, mucho más desprendida, donde debemos meditar que lo que le pasa al otro debe incumbirte. El precaución no solo ha de ser propio, sino más bien hacia quienes nos cubren. Desde esa mirada, del deber de calmar el padecimiento del otro aparece la Fundación Daya. Esta es la razón de ser y de ahí que somos una fundación”, resaltó. El llamado es entonces en la autoridad. Más allá de que el consumo en puertas cerradas no es penado, sí lo es la comercialización de la planta y el cultivo. Es suficiente con poner la semilla en el sustrato a fin de que sea una acción imputable. En términos sencillos, si alguien desea emplear la cannabis debe aguardar a que la yerba les “caiga del cielo”. “Es la habitual separación entre lo que impulsa y transporta adelante la ciudadanía que tiene las pretensiones, la que tiene la experiencia real, y la reacción de la autoridad y lo que afirma la ciencia. Cada vez son mucho más los médicos que están exponiendo una obertura. Esto era impensado hace un año, pero hicimos un trabajo duro, y el día de hoy esto cambió. Conseguimos editar esta visión y en este momento el desafío es que los médicos no solo estén en concordancia, sino se pongan a investigar y profundicen, que hagan este trabajo y que estén ajustados con lo que es la inclinación mundial en usos terapéuticos”. Víctor Manuel Castro sabe de recetas. De las médicas y de la cocina. Es chef y padre de un solo, como llama a su hijito de algo mucho más de un par de años. Su hijo presentó una convulsión por mes 20 días de nacido. Tenía que ver con una convulsión tónico-clónica de las mucho más peligrosas, con la que el niño dejaba de respirar. “Le llevamos al hospital, le efectuamos ciertos estudios metabólicos. Le practicamos exámenes de distinto tipo y nada. Lo dejaron con ciertos antídotos ahora las un par de semanas volvió a conmocionar y de ahí que no paró mucho más. Quedó hospitalizado un buen tiempo, varios meses, le sometieron a muchos estudios, lo examinaron 40 neurólogos en el San Borja Arriarán, que es el hospital neurológico de pequeños. Todos estaban entretenidos con lo que tenía, por el hecho de que proseguía conmocionando con una proporción de medicamentos esencial y no había solución. Mi hijo cualquier ocasión se moría”. Víctor ten en cuenta que fueron muchas las crisis, estuvo en UTI, en UCI, todo entubado, muy mal, y les afirmaron crudamente, ahora de vuelta en el Hospital Las Higueras, que debían acostumbrarse a vivir de esta forma, que en algún minuto en la mitad de las crisis, el pequeño moriría. La otra opción alternativa era que nos fuésemos a efectuar una investigación en la Clínica Las Comtes, donde tienen un centro de epilepsia verdaderamente adelantado. Sin pensarlo un par de veces, siendo Fonasa, lo trajeron. Solo un examen para comprender el origen de la complicación costaba 5 millones de pesos. “Nos afirmaron que era operable lo que él tenía, y que la operación costaba unos 16 millones de pesos. Lo hicimos. La primera oportunidad sangró bastante a lo largo de la operación y fue realmente difícil intervenirlo. Sin dependencia de que los médicos han tomado los resguardos a fin de que él no sangrara, el niño no paraba de llevar a cabo hemorragia”. En teoría al acabar la operación le habían quitado el hemisferio izquierdo del cerebro, para supervisar la displasia cortical tipo uno A. Tras un par de días de operación él decidió conmocionar como jamás. Le indujeron un coma y se percataron de que la operación había salido mal. Había que regresar a operar. La operación de salvataje acabó. Sacaron la judería que une los 2 hemisferios, pero no lograron extirpar el resto del hemisferio izquierdo que le quedaba. Dejó de conmocionar por un tiempo, pero después volvió. Impresionantemente sus conmociones eran peores que las primeras que tenía y absolutamente nadie se explicaba por qué razón. “Si no tienes un lado del cerebro es realmente difícil que poseas una crisis extendida en tu cuerpo. La situacion se lo llevaron a Alemania, a un congreso en todo el mundo de bien difíciles epilepsias, con las excelencia mundiales de la medicina neurológica. Ellos eligieron que era preciso operar, pero las posibilidades de que quedara bien no eran muy alentadoras. Estábamos, además de esto, endeudados hasta las masas, teníamos una cuenta de sobra de 50 millones de pesos en la rastra y afirmamos no”, recuerda el padre. Entonces se causó la oportunidad de procurar con la cannabis. Afirma que vieron los vídeos de Charlotte (https://www.youtube.com/watch?v=EkvLYuSkSI8), la pequeña estadounidense que curó sus conmociones con aceite de cannabis, y supo de otros progenitores que estaban con este régimen con desenlaces muy alentadores. A la vera de la madre de su hijo no le brindaron mucho más vuelta. “Si tú te percatas yo hice lo humanamente viable para contribuir a mi hijo. Yo no escatimé en plata, en tiempo, en sacrificios personales… en nada. Partimos con la cannabis y, a la inversa de lo que cuentan otras familias, mi hijo tuvo mucho más conmociones y aumentaron las crisis. Nos vinieron las inquietudes y con toda esa indecisión pensamos dejar de ofrecerle el aceite. Pero persistimos y tras 15 días ahora comenzaron a verse desenlaces. En un instante sus crisis cesaron por un mes, en el momento en que él tenía mucho más de 15 crisis cada día y muy complejas, que podían llegar a perdurar 30 minutos. Esto nos forzaba a hospitalizarlo y, por ser franco, aquí en Chile no tienen idea tratar a los pequeños en los centros de salud… Lo que ellos precisan tras una crisis es calma y no les entregan calma, les entuban, los pinchan …”. Enseña que en el lapso de su régimen fueron aprendiendo que ciertas cepas de cannabis le hacen mejor que otras, y que ciertas le hicieron estupendamente. ”La conexión que logró, la actividad que tiene el día de hoy es verdaderamente increíble. Más allá de que no anda, no se sienta, está continuando a pasos de enorme, tiene un par de años 4 meses. La cara de felicidad que tiene en este momento es pasmante, ríe, me afirma papá, me besa, me choca. Es un solo”. Víctor enseña que con él probaron mucho más de 30 medicamentos distintas y que ninguno dio desenlaces. “Cuál de todos estos con resultados consecutivos mucho más anormales: dejan ciego, estropean el hígado, ciertos sicotrópicos te dejan tan drogado que no puedes asegurar la cabeza. Por qué razón charlar de las benzodiacepinas, que son drogas horribles”. De ahí que tanta impaciencia y intención que se decida investigar. Hay cientos y cientos de casos como estos que tienen la posibilidad de abrir la puerta a una mejor calidad de vida de pequeños y progenitores. Ellos desean ver los brotes verdes de una administración política que incidirá radicalmente en su salud física y mental. Cultivan plantas en forma furtiva todavía, pero con la convicción de que los frutos ratificarán con creces el valor con el que trabajan el día de hoy.

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