La religión puede ser una medicina para el espíritu humano. Aunque no sea para todo el mundo, muchas personas descubren que su fe religiosa les sirve de consuelo y esperanza en tiempos difíciles. Y mientras algunos ven en la religión sólo un instrumento para llevar una vida moral, otros creen que la fe también es buena para el cuerpo. Resulta que hay algunas pruebas científicas que apoyan esta idea.
El Dr. Richard Sloan, profesor de medicina conductual en la Universidad de Columbia, ha escrito que la religión puede ser una medicina para el espíritu humano y aporta muchos beneficios. En su libro «La ciencia de la espiritualidad», enumera algunos de estos beneficios:
- La religión reduce la ansiedad y la depresión al proporcionar consuelo en tiempos difíciles, animar a las personas a vivir vidas más significativas, fomentar las relaciones sociales, ofrecer una sensación de sentido y control en la vida, aumentar la autoestima mediante la pertenencia a un grupo que se siente superior a los demás y reforzar la propia brújula moral.
- Las personas religiosas son más propensas que las no religiosas a ofrecer su tiempo o donar dinero a buenas causas; también tienen menos problemas de salud en comparación con la gente no religiosa.
Está bien documentado que la fe religiosa se asocia con una vida más larga.
- Está bien documentado que la fe religiosa se asocia a una vida más larga.
- Las personas religiosas suelen gozar de mejor salud.
- También suelen tomar mejores decisiones y afrontar mejor el estrés que las personas no religiosas.
La investigación de Sloan sugiere que la religión puede beneficiar al cuerpo de varias maneras.
Las investigaciones de Sloan sugieren que la religión puede beneficiar al organismo de varias maneras. Las personas religiosas no sólo sufren menos estrés, sino que también tienen niveles más bajos de presión arterial y colesterol, un mejor sistema inmunitario y un envejecimiento más lento.
Un estudio realizado por la Dra. Noreen Goldman, de la Universidad de Pensilvania, demostró que los pacientes sometidos a cirugía de bypass coronario obtenían mejores resultados cuando recibían apoyo espiritual de amigos o familiares.
Otro estudio mostró una relación entre la participación religiosa y el funcionamiento psicológico positivo entre supervivientes de cáncer a las que se había diagnosticado cáncer de mama hacía más de 12 años. Los investigadores señalaron que se trataba de un hallazgo importante porque algunos estudios han descubierto que la soledad está asociada a resultados negativos tras el diagnóstico de cáncer (como la depresión), mientras que otros estudios no han mostrado ninguna relación significativa entre la soledad y los resultados posteriores al diagnóstico, como la depresión o la calidad de vida (QOL).
Las personas religiosas tienden a llevar estilos de vida más saludables, tienden a recuperarse más rápidamente de las intervenciones quirúrgicas y tienden a curarse mejor que los individuos no religiosos.
Las personas religiosas tienden a implicarse más en sus comunidades, familias y trabajo. Tienen más apoyo social que las personas no religiosas. También suelen dedicarse más a sus aficiones. Las personas religiosas tienden a ser más activas físicamente que las no religiosas debido al apoyo social que reciben al participar en organizaciones religiosas y sentir que pertenecen a algún sitio (por estas cosas).
La práctica de la fe religiosa puede levantar el ánimo y mejorar la salud mental, lo que, a su vez, puede beneficiar al cuerpo.
La religión puede ser una medicina para el espíritu humano. La práctica de la fe religiosa puede levantar el ánimo y mejorar la salud mental, lo que, a su vez, puede beneficiar al cuerpo.
La religión enseña a las personas a encontrar sentido a sus vidas sirviendo a un propósito mayor que sus propios deseos o necesidades. Les da algo más grande a lo que aspirar que les da más propósito del que habrían tenido de otro modo. Por ejemplo, la religión ayuda a las personas a encontrar sentido enseñándoles que tienen la obligación de servir a Dios o a algo más elevado que ellas mismas; esto les ayuda a superar los momentos difíciles porque saben que, pase lo que pase, en última instancia servirá a un bien mayor.
En su libro, Sloan también afirma que la religión puede reducir el estrés y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
La religión puede ser una fuente de alivio del estrés. La religión puede ayudar a las personas a afrontar el estrés. La religión proporciona consuelo y esperanza a los enfermos y moribundos. La religión ayuda a las personas a superar el dolor y la tragedia, incluida la muerte de seres queridos, el cáncer, el SIDA y otros desastres (como las catástrofes naturales).
La religión también puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares al reducir la presión arterial y los niveles de colesterol.
La religión puede proporcionar un sentido y un propósito que mejora el bienestar personal y la longevidad, dice Sloan.
Según Sloan, la religión puede proporcionar un sentido y un propósito que mejoran el bienestar personal y la longevidad.
La religión también proporciona un fuerte sentido de conexión social, que aumenta la resistencia al estrés y sus efectos sobre la salud, afirma.
Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), los estudios han demostrado que la participación en actividades religiosas se asocia a una mayor longevidad y a menores tasas de depresión, demencia y suicidio.
La religión puede tener beneficios para la salud física de algunas personas, aunque no se den cuenta de ello.
La religión puede ser una medicina para el espíritu humano. Puede proporcionar un significado y un propósito que mejoren el bienestar personal y la longevidad.
La religión puede aportar beneficios para la salud física de algunas personas, aunque no se den cuenta de ello.
Sloan afirma que existen argumentos sólidos a favor de los beneficios físicos de la religión. No se trata sólo de ser feliz o sentirse bien. Por el contrario, la fe religiosa tiene efectos fisiológicos reales en nuestro cuerpo y nuestra mente, y éstos pueden tener consecuencias positivas para la salud y la longevidad.
Sloan señala dos puntos principales: la fe religiosa reduce los niveles de estrés (lo que mejora la salud cardiaca), proporciona sentido y propósito (lo que mejora la salud mental), y proporciona redes de apoyo social que promueven mejores resultados de salud en todos los grupos de edad. Incluso sugiere que, en algunos casos, la oración puede ayudarnos a combatir enfermedades.