Los Premios Cortes de Cádiz, de marcado carácter iberoamericano, tienen como propósito anunciar los trabajos de estudiosos, desarolladores y aquellas personalidades en distintos campos de la ciencia, el arte, la política y la compañía. La idea se enmarca en los actos que Cádiz, como Capital Iberoamericana de la Cultura 2012, organiza en conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812. Estos galardones quieren poner énfasis la relevancia que tuvo la localidad en los años de Les Corts, en el momento en que Cádiz era un punto de acercamiento de la vanguardia de españa, europea y de america.
Toda la información de los premios en: www.premioscortesdecadiz.es.
Perú en Cádiz
El nuevo de las Cortes de Cádiz fue que por vez primera convocasen las provincias de América y Asia, las que estuvieron representadas por miembros del congreso de los diputados que proceden de sus gestiones, varios de los cuales formaron parte de la elaboración de la Constitución.
No obstante, a pesar de que por vez primera América era considerada al mismo nivel que las provincias españolas, se demandó el poco número de representantes en comparación con los que tenían los peninsulares, que prácticamente les triplicaban.
LA CONVOCATORIA DE LES CORTS
De la legislación de las Partidas se podía inferir con claridad que, en ocasiones tan críticas como las que vivía el reino en 1808, se reunirían las Cortes y de esta manera pareciesen entenderlo todos. Pero resulta obvio que en relación el tema comenzó a discutirse, brotó una división profunda entre aquéllos que deseaban unas cortes habituales, o sea, por estamentos, y los que deseaban una Reunión revolucionaria sin la división estamental. Los defensores de esta última situación fueron los mucho más beligerantes y ahí están los escritos que han publicado durante 1808 y 1809 García Malo, Julián Negrete, Antillon, Flórez Estrada, Romero Alpuente, Canga Argüelles. Esta situación no logró la mayor parte, conque la Junta Central se vio obligada a alargar aquella situación interina sin tomar una resolución, y encargó a una comisión de Corts el estudio de la cuestión. En esta comisión apareció una situación novedosa que se ha considerado por los historiadores como media, ya que hablamos de ubicarla entre serviciales y liberales, esto es, entre aquéllos que deseaban unas cortes del Viejo Régimen y los que deseaban unas Cortes revolucionarias.
Esta situación era la que expresaba la iniciativa de que España tenía su constitución histórica, y que lo que había que llevar a cabo era recobrarla. Entre los primeros que manifestaron esta iniciativa estaban Pérez Villamil y Martínez Marina, pero indudablemente Jovellanos fue quien la defendió con mucho más energía. El inconveniente era que absolutamente nadie conocía esa constitución. Es importante que estos tres individuos que acabo de refererir partiendo de De la Guerra del Francés y de las Cortes de Cádiz esta iniciativa, evolucionaran hacia situaciones políticas opuestas. Pérez Villamil evolucionó hacia el absolutismo, Martínez Marina hacía el liberalismo y Jovellanos terminó dejándose conducir por sus amigos ingleses, Holland y Allen, que le apuntan como un ejemplo la Constitución inglesa y su sistema parlamentario bicameral, de manera que le va a llevar a referirse de manera cansado elogiosa a la Constitución inglesa y la vieja de españa. No obstante, otra gente estuvieron en contacto con Jovellanos en esos instantes y lograron influir. Uno, Benito Ramón de Hermida, expresó sus ideas políticas en un artículo que se titula Corto historia de las Cortes, gobierno o llame Constitución del Reino de Navarra escrito en 1809, si bien no se publicó hasta 1811. creador, magistrado, había contribuido al alzamiento contra los franceses en Zaragoza y había sido escogido integrante de la Junta, fue asimismo su gerente en la Junta Central, donde fue nombrado secretario de Felicidad y Justicia. Escogido diputado, fue el primer presidente de Les Corts. El escrito de Hermida es una ensaltación de las instituciones del Reino de Navarra, arraigadas en su crónica y evita contra las ligeras novelerías de Francia. Otro esencial colaborador de Jovellanos fue Capmany, que era amigo del inglés Allen. Jovellanos le encargó unos estudios históricos sobre las Cortes de Aragón, Cataluña, Valencia, Castilla y Navarra, que se plasmaron en un libro con el título de Práctica y estilo de festejar Cortes en el reino de Aragón, principado de Cataluña y reino de Valencia y una novedad de las de Castilla y Navarra a fin de que las futuras Cortes tuviesen un conocimiento verídico de la tradición política de españa antes del absolutismo. A Capmany se le encargó al unísono otra labor de manera directa conectada con esta, confiada por la comisión de Corts, que era la de efectuar el informe sobre las contestaciones que se habían recibido de juntas, cancillerías, obispos, universidades y municipios sobre la convocatoria de Corts, decisión de procuradores, poderes y también instituciones, para garantizar «el acierto de unas materias en las que el fallo ocasionaría la infidelidad de la presente generación y de las venideras», en expresiones textuales. De esta forma, Capmany escribió Informe anunciado en la comisión de Corts sobre la necesidad donde estaba la Monarquía de una Constitución. Escrito donde procura contrarrestar la opinión que varios de los escritos traslucían, de una crítica negativa a la Monarquía absoluta, tanto al rey como a las clases privilegiadas.