La tranquilidad fue interrumpida por el hombre que entró ásperamente en el edificio de tres plantas de la Real Audiencia de Santafé. Gobernado por el mal y la angustia, notificó a todos y cada uno de los presentes que su hermano terminaba de fallecer y que debían asistirle. El dramático de la escena forzó a los gobernantes a darse cuenta del secreto: acompañaron al denunciante hasta su casa y, ciertamente, hallaron a un hombre tendido en cama, sin signos vitales. Su relato de los sucedidos daba a comprender que entre los probables causantes de la desaparición era el boticario: una fórmula errada había llevado a su familiar hacia el mucho más allí.
Esta escena, ocurrida en 1626 en la localidad de Santafé, la localidad que después se transformaría en capital del Virreinato de la Novedosa Granada (y de la presente república de Colombia), es la antesala de entre los primeros casos de mala práctica médica registrados en nuestra historia colonial. Popular como La situacion de la desaparición por limpieza, fue hallado en los documentos del Fichero General de la Nación por Paula Ronderos, bibliotecóloga de la Academia Nacional de Medicina maestra del Departamento de Historia, de la Capacitad de Ciencias Sociales, en la Pontificia Facultad Javeriana. En verdad, es un registro de entre las primeras cacerías de brujas que se han tomado sitio en la, entonces, floreciente localidad.
La Medicina de españa del siglo XIX
Para comprender de qué manera se dispuso la Medicina en España a lo largo del siglo XIX es requisito rememorar ámbas enormes etapas que prosiguieron en los saberes médicos en Europa a lo largo de este siglo .
Ámbas enormes etapas de las ciencias médicas en Europa a lo largo del siglo XIX
Estudiando paralelamente: Factoria Pasteur y Fundación Rockefeller
Monath ha señalado que la narración de las vacunas de la fiebre amarilla da ejemplos paradigmáticos para prosperar el avance de novedosas vacunas. Desarrolladas experimentalmente, competían 2 géneros de vacunas que evolucionaron en el transcurso de un periodo en el que la ética de la investigación clínica no se encontraba precisamente establecida.
No se hicieron tests formales de efectividad y se usaron pasadas incontroladas que conducían a sobreatenuación o reactogenicidad. A los inconvenientes relacionados con ciertos efectos indeseables hay que añadir el punto enclenque que formaba la termoestabilidad. Cumplían mal el requisito para ser combinadas con otras vacunas y aparecieron graves adversidades para llevar a cabo una vacunación eficaz en la población32.