Una fractura por estrés es una pequeña rotura en un hueso o un hematoma severo dentro de un hueso. Las fracturas por estrés son causadas con mayor frecuencia por el uso excesivo y la actividad repetitiva. Son comunes en corredores y atletas que participan en deportes de alto impacto. Las fracturas por estrés también pueden ocurrir cuando las personas cambian sus actividades, como probar un nuevo ejercicio, aumentar la intensidad de los entrenamientos repentinamente o cambiar las superficies de entrenamiento. Además, si la osteoporosis u otra enfermedad ha debilitado los huesos, el simple hecho de realizar actividades cotidianas puede provocar una fractura por estrés.
El dolor de las fracturas por estrés generalmente se desarrolla gradualmente y empeora durante las actividades de soporte de peso. Por lo general, también experimenta sensibilidad puntual en el sitio de la fractura. Abstenerse de actividades de alto impacto es clave para recuperarse de una fractura por estrés en el pie o el tobillo. Volver a la actividad demasiado rápido no solo puede retrasar el proceso de curación sino también aumentar el riesgo de una fractura completa. El diagnóstico de las fracturas por estrés generalmente se realiza mediante una historia clínica y un examen físico completos y mediante la realización de radiografías. A veces se necesita una resonancia magnética para confirmar el diagnóstico.
Por lo general, toma de 6 a 8 semanas para que sane una fractura por estrés. El tratamiento incluye el protocolo RICE (Descanso, Hielo, Compresión, Elevación), medicación antiinflamatoria, mantener el peso fuera del pie hasta que desaparezca el dolor. Es imperativo usar calzado protector o yeso para reducir la tensión en el pie y la pierna.
Algunas fracturas por estrés requieren cirugía para sanar adecuadamente. En la mayoría de los casos, esto implica sostener los huesos al estabilizarlos con fijación interna. Los clavos, tornillos y/o placas se utilizan con mayor frecuencia para unir los huesos del pie y el tobillo durante el proceso de curación. La cirugía también puede ser necesaria si una fractura por estrés se rompe por completo y se desplaza.
Prevenga las fracturas por estrés comiendo una dieta saludable rica en calcio y vitamina D. Siempre use un zapato rígido de apoyo mientras hace ejercicio. Al comenzar una nueva actividad, asegúrese de aumentar gradualmente su intensidad. Si tiene dolor o hinchazón, interrumpa su actividad y descanse unos días.