Las mujeres tuvieron que realizar un largo sendero, lleno de adversidades, para hallar una igualdad de derechos con los hombres, entre ellos los de estudiar y instruir en la facultad. En España, su ingreso a las facultades de Letras fue mucho más precoz, ya que contaban con vanguardistas tan consagrados como Luisa de Medrano (1484-1527) o la conocida Beatriz Galindo (1465-1535), llamada La Latina. No obstante, la primera doctorada en Letras de españa lo fue ahora en el siglo XVIII. No obstante, las mujeres no consiguieron licenciarse en profesiones consideradas masculinas como la medicina hasta muy tarde, en la segunda mitad del siglo XIX.
La historiografía apunta como la primera médica que ejercitó la profesión a la angloamericana Elizabeth Blackwell (1821-1910). En España se disputan este mérito 2 mujeres catalanas, Dolors Aleu (1857-1913) y Marina Castells (1852-1884).
La facultad de españa a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX
Testera de la Facultad Central de La capital de españa a fines del siglo XIX (Irreconocible) | Wikimedia
La facultad que organiza el Estado liberal de mediados del siglo XIX, tras las revoluciones liberales, poco debe ver con la facultad de hoy. En ese instante, había diez universidades repartidas por todo el país (La capital de españa, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Oviedo, Santiago de Compostela, Sevilla, Granada, etcétera.), enfocadas a la élite y con el monopolio de la Facultad Central de La capital de españa sobre los tutoriales de doctorado. En estas universidades se podían cursar cinco carreras que daban sitio a un título y profesión llamada: Derecho, Medicina, Farmacia, Letras y Ciencias. Otras carreras no tenían estatus universitario, como Magisterio, y en un caso así no se precisaba el título de Bachillerato para entrar.
Mary putnam jacobi
Vanguardista en la utilización de la anestesia, Botsford se transformó en 1897 en la primera médica de la Costa Oeste famosa por entrenar su empleo. Su trayectoria incluyó muchas primicias, incluyendo la defensa de la ley que demandaba que la anestesia se enseñara en las facultades de medicina. En 1932, se transformó en la primera integrante de la capacitad y maestra clínica de anestesia en la UC.
La investigación de Esserman sobre el cáncer de mama, afirma, “comprende el panorama, desde las cuestiones de política pública hasta la ciencia básica y el encontronazo de las dos en la prestación de ‘atención clínica’. Directiva del Centro de Atención Mamaria y líder clínica del Programa de Oncología Mamaria designado por el NCI, fue nombrada entre las cien personas mucho más predominantes de todo el mundo por TIME en 2016.