hospital puede denunciar la empresa externa en medicina por mala

Realizar un relato de una desidia médica es bien difícil, mucho más en el momento en que hay que al accionar de tus colegas médicos, pero mucho más aún en el momento en que la víctima es tu hija. Yo estudié medicina en el momento en que esta era una vocación, en el momento en que los pacientes no eran anomalías de la salud que tratar, sino más bien personas con su crónica individual. En este momento la medicina se transformó en una profesión para ganarse la vida y los pacientes son solo números para llenar tu trabajo. Este criterio hizo que los médicos sean impersonales y los pacientes solo números a atender, con lo que las negligencias son mucho más usuales por la poca empatía de los médicos hacia sus pacientes.

En mi caso, se trató de mi hija Carmencita, que nació hace 23 años, con 28 semanas de gestación, con una malformación cerebral (Chiari I) y también hidrocefalia severa. Requirió ser operada por semana de nacida, para poner una válvula en su cráneo que drenara el exceso de líquido cefalorraquídeo y dejara medrar en el cerebro. Estuvo un par de meses en una unidad de neonatología y después fue mandada a casa con el pronóstico de que sería ciega, sueca y muda, y que jamás andaría.

Negligencias Médicas y Hospitalarias

Se conoce como desidia médica, la actuación derivada de una actuación sobre un tolerante causado por una actuación médica equivocada o mala práctica médica y que da sitio a un daño físico y/o psíquico. Habitualmente hablamos de una falta de diligencia en el médico, en alguien del aparato médico o en el campo hospitalario.

Con carácter general, la obligación del médico se ajusta al empleo de las técnicas correctas para la curación del tolerante ahora la actuación ágil y de conformidad con la lex artis, en ciertos campos de la medicina actualizada el médico se ordena asimismo a conseguir un resultado.

¿Cuándo no hay desidia médica?

No obstante, no todos y cada uno de los perjuicios causados al tolerante tienen la posibilidad de ser atribuibles a un acto u omisión médica. El médico no va a ser responsable si, en el caso de estar bajo un régimen médico, se genera un daño que no podía haberse pensado, y que no fue consecuencia de la carencia de conocimiento del personal sanitario que nos atendió. En un caso así no habría fallo médico.

Como por servirnos de un ejemplo, el tolerante asiste al hospital por un dolor estomacal, y el médico nos diagnostica apendicitis. En el momento de efectuar la operación, el cirujano verifica que el dolor estomacal no hay que a una apendicitis, sino más bien a otra causa que necesita exactamente el mismo trámite quirúrgico. En un caso así el fallo en el diagnóstico no se considera como desidia médica, ya que si bien el médico se confundió al apreciar nuestra patología, al final ha podido atender al tolerante apropiadamente.

Deja un comentario