Barcelona ahora da una exclusiva y singular visión de la región. La que se puede contemplar desde la cima de la Torre del Reloj, en el histórico edificio de la Facultad de Barcelona, a la altura de la Plaza Facultad.
Una restauración esmerada de la torre oeste del recinto académico —donde se han invertido 210.000 euros— permitió abrirla al público, con visitas guiadas bajo cita anterior, desde esta semana. Esta una parte del edificio es obra de Elies Rogent y el campanario data de 1881 y se identifica por una composición del hierro que se ha preservado: una silla de 4 brazos que cubre las campanas como una cúpula abierta de estilo renacentista.
INTRODUCCIÓN
Comenzaré mi exposición enseñando las especificaciones del libro en lo que se refiere a la composición y su contenido, para más tarde efectuar ciertas consideraciones o medites sobre las humanidades médicas.
La vinculación de La capital de españa a la actividad científica del país es primordial. Esta situación se siente desde la temporada de la Ilustración, por la doble condición de capital y metrópoli, y se acentúa en los siglos XIX y XX. Como centro de la vida médica de España hasta bien entrado el siglo XX, es en La capital de españa donde tienen sitio los acontecimientos médico-sanitarios mucho más esenciales y, por consiguiente, es la localidad donde se resolvieron los enfrentamientos sanitarios y se generaron las creaciones. Por consiguiente, tenemos la posibilidad de asegurar que la localidad de La capital de españa refleja en sus calles parte de nuestra razón histórico-médica.
La narración de la Real Academia de las Artes
La compilación persistente de la Academia incluye piezas maestras del arte español, italiano y flamenco. El visitante puede gozar de proyectos como el único Arcimbold preservado en España, increíbles cuadros de Goya como El tirano y el popular Entierro de la sardina, proyectos de Leandro Bassano, Mengs, Ribera, Rubens, Tintoretto, Van Loo, Zurbarán y l magnífico El sueño del caballero de Pereda.
El siglo XIX está representado por los retratos de Vicente López, José de Madrazo y Federico de Madrazo, tal como por las proyectos románticas de Esquivel y los panoramas de Haes. El siglo XX merece particular atención, en tanto que nos deja una visión del arte moderno, un paseo que va desde Sorolla hasta las vanguardias recientes, pasando por el regionalismo de Sotomayor, los retratos de Vázquez Díaz y los panoramas de Benjamín Palencia y Francisco Lozano. El museo asimismo proporciona una esencial compilación de tizas y estatuas del siglo XVII.