Algunas causas posibles.
La diarrea es un síntoma indefectible de ciertas infecciones del tracto intestinal, como son la tifoidea, la disentera, la clera o la parasitación por lombrices. Otras veces se presenta por intoxicación bien sea de alimentos o bien de ciertas sustancias químicas. Tambin puede tener origen nervioso, como en muchos casos de Colitis, o estar asociado con una Alergia digestiva. Una avitaminosis extrema, especialmente la carencia del complejo B, puede causar diarrea. A veces son responsables de los cambios de tiempo, especialmente los descensos notables de la temperatura en la primavera o el otoño. A falta de una debida comprensin del fenmeno muchas veces se culpa injustamente de los abastecedores de alimentos.
La diarrea sencilla obedece generalmente a la ingestión de fruta verde o alimentos o bebidas resultantes. Al principio las deposiciones son blandas o formadas; ms tarde se hacen acuosas. Frecuentemente se producen vmitos, dolores, clicos, prdida de apetito, sed y suciedad de lengua. El número de deposiciones puede oscilar de 5 a 25 o más al día; generalmente son delgadas o acuosas ya menudo ftidas; a veces concurren en ellas partículas de alimentos no digeridos, mucosidades e incluso sangre. Si el enfermo pierde gran cantidad de líquido, puede sobrevenir un colapso. La diarrea crnica puede deberse a insuficiencia de cido clorhdrico en la secrecin gstrica, infeccin por protozoarios (como en la disentera amebiana) o alguna infeccin del colon o recto, como cncer, tuberculosis o sfilis. Frecuentemente es resultado de una alergia o de algún desarreglo emocional o nervioso. En estos casos el paciente est desnutrido o anmico.
Tratamiento de la diarrea.
La diarrea aguda se trata generalmente al principio con la administración de un purgante salino o aceite de ricino para eliminar la sustancia irritante. Ordinariamente bastar una dosis. A continuación, el enfermo se abstiene de comer alimentos durante 24 h. nicamente tomar agua en pequeas cantidades en forma que pueda ser absorbida desde la boca y el estmago sin perturbar el intestino irritado; el mejor medio de administrar agua en estas condiciones consiste en dar a chupar al paciente pequeos trozos de hielo. Si la purga es fuerte, el médico puede prescribir la inyección endovenosa de suero o plasma para reponer el volumen de líquido perdido. El tratamiento de la diarrea crnica va dirigido a las causas que la provocan sin perjuicio de introducir las modificaciones dietticas necesarias como tratamiento accesorio. Generalmente los enfermos mejoran con dietas ricas en caloras, tnicos y permanencia en cama. En algunos casos, como la colitis ulcerosa y el cáncer, puede hacerse necesaria la extirpación de partes más o menos extensas del colon.
Diarrea infantil.
Puede ser similar a la de los adultos, pero tambin revestir formas peculiares. La cantidad excesiva de grasa o azúcar en la leche puede provocar diarrea en el niño. La falta de cuidado en la esterilización de los utensilios y el alimento puede dar lugar a que penetre la infección en sus intestinos sensibles. Esta forma de diarrea, a veces llamada mal de verano o clera infantil, figura entre las causas principales de la mortalidad infantil hasta que se descubre la importancia de utilizar agua hervida, leche pura y utensilios esterilizados.
En los hospitales infantiles resultan a veces los niños atacados por una forma epidémica de diarrea de origen desconocido. En el cuadro clínico característico, los síntomas aparecen generalmente de modo arrepentido. La temperatura se eleva hasta 40 C o ms. El niño aparece postrado o inquieto, llora constantemente y apenas duerme. A ello sigue un período de relajación, estupor y coma, acompañado a veces de delirio, convulsiones y síntomas meningáticos. Los síntomas nerviosos van precedidos o seguidos de vmitos y diarrea. Las deposiciones, que se suceden a razón de una o dos veces por hora, tienen al principio carcter fecal, con olor muy desagradable, y van acompañadas de gran cantidad de gases. Las subsiguientes, más transparentes y descoloridas, se componen en gran parte de mucosidades y secreciones intestinales. El cuerpo se deshidrata, se seca la lengua y la piel pierde su humedad y elasticidad hasta adquirir un color más o menos cenicio. Aunque la sed es extremada, el paciente devuelve el líquido inmediatamente de haberlo ingerido. La muerte puede sobrevenir a las 24 h del ataque.
Las drogas pierden importancia en el tratamiento de la diarrea infantil. El problema capital de los casos graves consiste en combatir la deshidratación. Si son tolerados, los líquidos han de ser administrados por vía bucal. Puede inyectarse directamente en las venas o el peritoneo una solución salina fisiológica, a la que cabe añadir alimento en forma de glucosa y vitaminas. En general, los niños diarreicos deben permanecer aislados. La nica medida de control de la enfermedad descubierta hasta ahora consiste en cerrar el hospital afectado hasta que la infeccin haya desaparecido.