20 diciembre 2022 · 9:52 am
Han pasado 11 años desde que murió mi padre. El clima es similar al de ese día, una lluvia fría, que a su vez es el clima típico irlandés y me recuerda a la tierra natal de mi padre.
El momento en que recibí la llamada de mi madre de que mi padre se había ido está grabado para siempre en mi memoria. La muerte de un padre es uno de esos momentos que paralizan el mundo. No es algo que se supere, pero la marea de la vida seguirá impulsándote hacia adelante.
Ser testigo de la devastación de la enfermedad de Alzheimer de primera mano en mi familia me impulsó a convertirme en un defensor para encontrar tratamientos efectivos y para un mejor apoyo a los cuidadores familiares. Me uno a muchos otros en esas causas y estoy agradecido por las conexiones que he hecho a lo largo de los años.
Compartir sus historias de cuidado de personas con demencia es importante y espero que continúe haciéndolo, ya sea a través de un blog u otro medio. Sé que no siempre es fácil compartir esos detalles personales, pero ponerle un rostro real a una enfermedad que se ha mantenido a puertas cerradas durante mucho tiempo es esencial para crear conciencia y generar apoyo público para mejores tratamientos y servicios.
Mi padre importaba y tus seres queridos también. Cuando lleguen esos aniversarios difíciles, abrace los buenos recuerdos y use los difíciles para inspirarse a impulsar el cambio.