como nos afecta el invierno segun la medicina tradicional china

El otoño, como la primavera es una estación de cambio. Lo podemos consultar reflejado en los días de lluvia, la emigración de ciertas aves, la pérdida de hojas de los árboles y la conservación de la savia en las raíces. El yang abundante que nos ha acompañado a lo largo de todo el verano empieza a decrecer y el yin en desarrollo pausadamente va ganando espacio, el calor va reduciendo y las horas de sol se acortan. Comienza una etapa de contracción y de enfriamiento. La naturaleza nos invita al recogimiento ahora la interiorización. Es tiempo de juntar la energía que necesitaremos en invierno, de remover todos y cada uno de los excesos del verano como lo hacen los árboles con las hojas, soltando lo viejo y todo cuanto no nos sirve. No hay tanta necesidad de actividad física, nos inclinamos hacia los espacios cerrados y se muestran las prácticas.

Si hemos aprovechado la posibilidad de transición del verano tardío, nuestro cuerpo va a tener mucho más calor corporal y va a entrar en otoño con el centro y la seguridad que se requiere para realizar en frente de los días lluviosos y frescos.

El invierno según la ATC (Medicina Clásico China)

Dentro de poco, nos adentraremos en el periodo invernal, instante en que la Naturaleza se nos hace aparición, supuestamente, mucho más desconectada de la vida . Es el tiempo de recogerse para recobrar fuerzas y preservar la energía fundamental que le dejará fascinarnos con su explosión de color en primavera. Al humano, como leal reflejo de la naturaleza, le sucede algo muy semejante a este desarrollo natural.

La carencia de horas de luz y las inclemencias climatológicas nos crea un deseo de recogimiento y también interiorización. Escogemos vivir mucho más «puertas adentro» que hacia afuera.

Elementos: (para 4 personas)

  • 800 g de calabaza
  • de 2b bulbs2
  • 1 cucharada sopera de harina
  • 500 ml de crema de leche
  • 34 g de pan rallado recién molido

tixag_7) El riñón es el órgano del invierno. El riñón controla el almacenaje de la esencia (Jing) y representa la base innata de la vida y se asocia desde el criterio sensible con el miedo y el temor. Pasar miedo y el temor de manera excesiva puede lesionar el riñón y ocasionar cambios patológicos en el riñón. De ahí que hay que eludir los sustos.

Por consiguiente, en invierno, el tiempo de la interiorización, de estudio y de recogimiento espiritual. Deberíamos normalizar nuestras conmuevas y cultivar nuestro espíritu. En invierno debemos ser mucho más precavidos y también procurar contener nuestras conmuevas, privilegiar una cabeza sosegada y alegre para eludir un exceso de actividad sensible; evitaremos pasar temor o miedo, procuraremos preservarnos en el momento en que resulte posible de la disforia (tristeza, ansiedad, irritabilidad, incomodidad) conmuevas que podrían entorpecer con la energía yang. Solo en el momento en que la cabeza está sosegada, la energía yang puede traspasar y atesorarse dentro suyo, y la energía yin y la esencia acumularse. Son las condiciones primordiales para elaborar el regreso de la primavera el año próximo.

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