Enric J. de la Rosa (CSIC)*
Seguramente en algún momento, en una charla que haya derivado hacia el tema de las patologías y las patologías, alguien va a haber comentado los efectos ventajosos de un antídoto alterno: homeopatía, naturopatía, acupuntura, etcétera. Y si se encontraba presente algún escéptico que pusiese en duda su eficiencia, alguien le va a haber replicado: “¡Ya que me marcha!”. Hay que admitir que muchas veces la persona que hace esta afirmación lleva razón, si bien la optimización no tenga nada que ver con el antídoto usado, sino con las bases neurofisiológicas del efecto placebo; una exhibe interesante de la interacción de nuestra cabeza con nuestro cuerpo.
Nuestra aproximación terapéutica a Art Thai Massage
En nuestra solicitud de masaje tailandés, verificamos todos los días lo bueno que es para el excelente resultado de un régimen. circunda la experiencia del tolerante. Y de qué manera marchan de manera entrelazada, como un todo, una secuencia de causantes, entre aquéllos que se comentan las esperanzas en la terapia, la atención adaptada por la parte del profesional, la comunicación asertiva y las opiniones personales.
Se demostró la relación entre el estado mental, el consumo de alimentos y la energía y el peso del cuerpo.
Un nuevo estudio anunciado en la gaceta Nature añade otro episodio mucho más al supuesto poder de la cabeza sobre el cuerpo, “Glucose metabolism responds to perceived sugar intake afirma todo: «El metabolismo de la glucosa responde mucho más a el consumo de azúcar percibida que a la real». En este ensayo, los estudiosos confirmaron si, en sujetos con diabetes tipo 2, consumir 2 bebidas idénticas en su composición (contenido de azúcar) pero con distintas etiquetas (unas como altas en azúcar y otras bajas o light) podía perjudicar a los escenarios de glucosa en la sangre.
De todos modos, la bebida facilitaba 62 calorías por cada consumición. No obstante, las etiquetas falsas señalaban o cero calorías, o 124. Y los desenlaces fueron espectaculares: los escenarios de glucosa en sangre a los 20 y 40 minutos, fueron prácticamente 20mg/dl superiores en el conjunto que creía consumir la bebida con mucho más calorías. Además de esto, la percepción de la proporción de azúcar entre los competidores pasó (en una escala de 1 a 5) de 2 en el conjunto con la etiqueta baja en calorías, a 4 en el conjunto que vio la etiqueta alta en calorías .