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Los estudiosos en medicina neurológica de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en USA, estudiaron la relación entre la práctica de ocupaciones de ocio y la aparición de la demencia. La demencia senil (o senilidad) es un deterioro de las facultades intelectuales que suceden en personas mayores de 70 años. El estudio se centró en seis ocupaciones de ocio -leer, redactar, realizar crucigramas, tarjetas, hablas, música- y nueve ocupaciones físicas -natación, ciclismo, danza, gimnasia, juegos de aparato, caminar, adecentar, proteger pequeños -, atribuyendo puntos particulares según su continuidad de la práctica previo –períodico, múltiples ocasiones a la semana, una vez a la semana, por mes, o jamás–. Los sujetos tenían mucho más de 75 años.

Entre las ocupaciones físicas estudiadas, el baile es la única que disminuye de manera significativa el peligro de desarrollar demencia senil. Practicado de manera regular, disminuye ese peligro un 76%, el doble de la lectura. Otras ocupaciones físicas no indican un encontronazo importante. En contraste a la mayor parte de otras prácticas físicas, la danza supone relaciones mentales y sociales importantes. La danza integra distintas funcionalidades mentales en solo una actividad –kinética, racional, musical y sensible–, lo que impulsa la conectividad neuronal. La sola actividad física no demostró ser ventajosa en prevención de la senilidad, si bien por supuesto funciona bien para la salud generalmente.

El ejercicio puede asistir

Hay cosas que tenemos la posibilidad de realizar conforme envejecemos para revertir el encogimiento del cerebro al que implica el paso de los años. Los estudios descubrieron que el ejercicio aeróbico incrementa el tamaño del hipocampo y también aumenta ciertos puntos de la memoria.

El hipocampo, ubicado en las profundidades del lóbulo temporal del cerebro, es un órgano de manera extraña que se ocupa del estudio, la consolidación de los recuerdos y la navegación espacial, como la aptitud de rememorar direcciones , áreas y orientaciones.

Según el estudio, sostener activo el cuerpo y la cabeza resguarda contra los inconvenientes mentales que tienen la posibilidad de suceder entre la gente mayores tras la cirugía

Una operación quirúrgica en personas mayores puede representar cambios mentales coherentes como alucinaciones, desvaríos e inclusive anomalías de la salud mentales. Este cambio en la salud psicológica puede perjudicar a la vida diaria.

Este género de trastorno puede prevenirse con actividad física regular, según los desenlaces de un trabajo de investigación hecho en USA. Ciertos estudiosos del Instituto de Medicina Albert Einstein observaron la continuidad de actividad física entre ancianos de 60 años, en una exhibe de 132 mayores que se sometieron a cirugía ortopédica.

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