La caries dental se inicia en la superficie externa del diente y consiste en una disolución química por el ácido láctico de las sales calcáreas del tejido duro del mismo. El ácido se forma en la boca por la acción de las enzimas bacterianas sobre los hidratos de carbono, por lo general azúcares libres. La saliva contribuye a diluir el ácido en las áreas abiertas de la boca, pero en las zonas anfractuosas, especialmente entre los dientes, el ácido tiene una concentración suficiente para disolver los tejidos dentarios. Se sabe que la formación de ácido tiene lugar en los 10-20 min primeros después de la ingestión de azúcar y que la eliminación del azúcar de la dieta evita con frecuencia la caries. Asimismo, el lavado inmediato de la boca después de las ingestas de azúcar previene la formación de ácido láctico y reduce el peligro de caries.
Una vez se ha iniciado la cavidad, la caries se extiende y penetra en el esmalte y la dentina. En su progresión, el proceso alcanza finalmente la pulpa, con la infección subsiguiente y ulterior pérdida de la pieza dentaria. Los dientes, a diferencia de otras muchas partes del organismo, no disponen de un proceso de reparación propio. Por lo tanto, después de formar la cavidad, sólo cabe rellenarla con metal o sustancias plásticas o extirpar el diente. El examen frecuente de la dentadura y el empaste cuando las cavidades son pequeñas son métodos eficaces en la profilaxis de la caries dental.
Se han entregado nuevos trabajos de investigación con el fin de conocer el mecanismo exacto de la caries dental, pero el proceso es tan complejo que los estudios son todavía incompletos. Los métodos de profilaxis basados en los estudios científicos determinaron la mejora de flúor al agua de bebida en la proporción de una parte de aquélla por un millón de partes de agua. Al parecer, el esmalte absorbe cantidades minúsculas de fluoruros que dotan al diente de una mayor resistencia. Un intento de prevención en masa, con la adición de fluoruros a los suministros urbanos de agua, se ha llevado a cabo en muchas localidades.
Algunos estudios estadísticos exhaustivos parecen indicar que se reduce así en un 50 % la incidencia de las caries.
En plan experimental se han incorporado numerosos productos a las pastas dentífricas con el fin de prevenir la caries. Algunas sustancias han demostrado una eficacia relativa; otras son todavía una promesa. Sin embargo, una pléyade de investigadores concentra su atención sobre este problema de la patología dental, de gran trascendencia higiénica y económica. Véase Diente; Higiene dental; Odontología y odontología; Odontología infantil; Flúor.
3º articulo