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Helen Keller, una autora estadounidense sorda y ciega dijo: ‘Las cosas mejores y más bellas del mundo no se pueden ver ni tocar, se deben sentir con el corazón’. La Navidad nos brinda un momento especial en el que podemos tocar los corazones de las personas. La forma en que hacemos esto no es tanto por qué damos pero lo más importante cómo damos y cómo recibimos. Cuando mi madre tenía Alzheimer avanzado, ella sentía con su corazón y nuestros regalos mutuos eran a través de los sentimientos en nuestros corazones. Ella enfatizó la importancia de sentir cuando me dijo: ‘Estos son momentos maravillosos. Recuérdalos y siéntelos’.
Así que consideremos cómo nuestros sentidos sentimientos de amor y gratitud puedan expresarse y experimentarse esta Navidad. Interpretamos los sentimientos a través de nuestros sentidos: podemos ver la emoción en los ojos de alguien, escucharla en su tono de voz y sentirla a través de la calidad de su tacto. Aunque las palabras son el principal medio de comunicación para la mayoría de nosotros, se ha descubierto que las palabras en sí mismas son la forma menos efectiva de comunicar sentimientos y emociones. La excepción a esto es la poesía donde las palabras son el vehículo para expresar pensamientos y sentimientos significativos.
Dado que los sentimientos se comunican principalmente de forma no verbal, las personas con Alzheimer que tienen un habla limitada o nula aún pueden comunicarse de manera efectiva con nosotros cuando se trata de sentimientos. De hecho, los neurocientíficos han descubierto que las personas con Alzheimer tienen una mayor capacidad de empatía que nosotros y sintonizan con nuestros sentimientos mucho más de lo que imaginamos. Los mismos científicos descubrieron que cuando sentimos amor por las personas con Alzheimer, responden con sentimientos de amor por nosotros. A esto lo llaman ‘contagio emocional’.
Entonces, que cada uno de nosotros se conecte con nuestro corazón esta Navidad y que nuestros sentimientos de amor brillen a través de nuestros ojos, resuenen a través de nuestra voz y se sientan a través de nuestro tacto. Y cuando estemos recibiendo un regalo, ya sea un regalo material o una mirada amorosa, un tono de voz o un gesto, tomemos un momento para sentir gratitud y estar agradecidos en nuestro corazón por lo que estamos recibiendo.
A lo largo de los siglos, los sabios nos han enseñado que el Amor es eterno. Mi madre lo confirmó cuando cerca del final de su vida me dijo: ‘El amor nunca muere’. Entonces, cuando estemos dando y recibiendo este precioso regalo de amor, recuerde, no es solo por ahora, es por la eternidad.
Te deseo una Navidad amorosa y espero conectarme contigo nuevamente en el Año Nuevo.
maggie la tourelle
Autor de, El regalo de la enfermedad de Alzheimer: nuevos conocimientos sobre el potencial de la enfermedad de Alzheimer y su cuidado.
