Alzheimer de inicio temprano: alentar, inspirar e informar: Treinta días de agradecimiento: no es su lista habitual

Noviembre es un tiempo para el autoexamen y para pensar en nuestras muchas bendiciones y dar gracias donde se debe. Muchos de mis amigos de Facebook han estado publicando una cosa por la que están agradecidos cada día de este mes.

Nunca participé en esta deliciosa idea, pero me sentí obligado a completar mi lista mensual de una sola vez. Hice la lista y la ingresé en One Note en una noche de insomnio. Después de revisar la lista, me di cuenta de que no recuerdo haber visto ninguno de estos elementos en sus listas. Siempre sospeché que mis procesos de pensamiento podrían no ser los mismos que los de una persona promedio, pero hasta ahora, he mantenido en secreto algunas de las rarezas.

Estoy agradecido por…

1. Ratones. Es fácil pensar en los ratones como roedores molestos sin otro propósito en la vida que dejar excrementos detrás de los muebles y masticar papeles importantes. Pero los ratones son extremadamente importantes cuando se trata de la investigación médica en general y de la investigación del Alzheimer en particular.
2. Noches sin dormir. En las noches de insomnio, mi cerebro se pone a toda marcha creativa. Mis mejores ideas me vienen en medio de la noche.
3. Deseos que no se hicieron realidad. A lo largo de mi vida, he pedido muchos deseos tontos y estoy muy agradecida de que no se hayan hecho realidad. No creo que la vida de una princesa hada, una estrella de rock, un superhéroe o estar casada con Paul McCartney sea lo que Dios tenía en mente para mí.
4. Gente que hirió mis sentimientos cuando era joven. Sí, todos esos niños crueles me convirtieron en un adulto con piel de rinoceronte. Es casi imposible herir mis sentimientos, porque francamente me importa un carajo lo que la gente insensible y grosera me diga.
5. Falla. He aprendido más de mis fracasos que de mis éxitos. Seamos realistas, cuando cometo un error realmente grave, me esfuerzo por no volver a hacerlo.
6. No ser hermoso. Ser hermosa es una carga que no quisiera llevar. Además, tuve que trabajar mucho más en mi personalidad.
7. Tiempos difíciles. Ha habido momentos en mi vida en los que fue un desafío descubrir cómo pagar las cuentas, alimentar a los niños y no tener demasiado mes restante al final del dinero. Porque tiempos difíciles, nunca he tenido ese miedo a ser pobre que tienen algunas personas. Estuve allí, sobreviví y sé que la felicidad no se basa en el tamaño de mi cuenta bancaria.
8. Trabajo duro. Sin años de arduo trabajo, no me habría ido tan bien en mi trabajo como lo hice y no estaría disfrutando de mi jubilación.
9. Tener mi corazón roto. Si algunos chicos no me hubieran roto el corazón cuando era más joven, mi vida habría sido diferente. Estoy feliz con la forma en que resultó, así que gracias por romperme el corazón y obligarme a seguir adelante.
10 Días lluviosos y sombríos. Cuando cae la lluvia y el sol es esquivo, es el momento perfecto para dormir y holgazanear leyendo un libro.
11 Aburrimiento. Mi vida es tan agitada que si encuentro tiempo para aburrirme, puedo relajarme… o pensar en algo totalmente divertido que hacer.
12 Hambre. Cuando tengo hambre, sé que no he comido en exceso.
13 Pagando cuentas. Cuando pago las cuentas, significa que tengo otro mes de electricidad, internet, servicio telefónico y un saldo de cero en mis tarjetas de crédito.
14 No ganar la lotería. Siempre supe que ganar la lotería arruinaría mi vida, y me gusta como es.
15. Moscas y arañas. Cuando tengo una ira asesina, puedo aplastar una araña o una mosca y no sufrir ni una pizca de culpa.
dieciséis. Cinta de embalaje transparente y envoltura de plástico. La forma en que estos dos se aferran a sí mismos y tratan de descubrir cómo comenzar a rodar me enseña paciencia.
17 Vejez. Sin la vejez, tendría que pagar para participar en los juegos de pelota y no obtendría descuentos para personas mayores.
18 Gente a la que no le gusto. Me enseñan a defenderme.
19 Gente que se aprovecha de mí. Me mantienen alerta y me ayudan a decir “no”.
20 corriendo tarde Es increíble cuánto tiempo perdería esperando si llegara a todo temprano. Además, he evitado multas de tráfico y conducción peligrosa cuando decidí que era mejor tarde que nunca.
21 Enfado. Si una injusticia me hace enojar, significa que soy lo suficientemente apasionado como para preocuparme.
22 Miedo. Podría no estar vivo hoy si no tuviera suficiente sentido común para tener miedo de vez en cuando.
23 Ignorancia. Como claramente no lo sé todo, la ignorancia significa que siempre tengo algo que aprender.
24 Viejos gruñones. Sin ellos, las viejas gruñonas no tendrían con quién discutir.
25 Pésimos programas de televisión. Cuando hay un programa pésimo en la televisión, es mucho más fácil para mí apagarlo y hacer algo productivo.
26 niños malcriados. Estoy tan agradecida de que ninguno de esos niños malcriados me pertenezca.
27 Nariz que moquea. Sin una nariz que moquea, estoy seguro de que mi cabeza explotaría de adentro hacia afuera cuando tengo la cabeza fría y los senos paranasales infectados.
28 Tormentas eléctricas y relámpagos. Necesitamos la lluvia para reponer la tierra y los relámpagos me mantienen honesto ya que no quiero ser golpeado por decir una mentira.
29 Malos resultados de laboratorio. Sin malos resultados de laboratorio, no tendría incentivos para esforzarme por ser más saludable. Habría continuado con los mismos malos hábitos alimenticios con los mismos resultados.

30 Incertidumbre. ¡No sé todo lo que va a pasar en mi futuro! La incertidumbre me mantiene optimista de que va a pasar lo mejor y no lo peor.

Una de las mejores cosas de hacer una lista como esta es que me hizo darme cuenta de que lo que más agradezco es vivir la vida que quiero y querer la vida que vivo. Soy feliz de ser yo y no envidio la vida de nadie ni quiero ser alguien que no soy.

Copyright © noviembre 2013, 2018

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