Después de un largo día de pensar y trabajar duro, es fácil tomar malas decisiones, como comer alimentos poco saludables. Un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology muestra que la fatiga cerebral que resulta de pensar y tomar decisiones durante todo el día en el trabajo influye en los neurotransmisores en nuestro cerebro que afectan nuestra capacidad para controlar nuestros impulsos. En el estudio, los investigadores del Paris Brain Institute dieron a 40 participantes una versión fácil o difícil de una tarea mental durante más de seis horas. Los investigadores preguntaron a cada sujeto sobre su nivel de fatiga y midieron sus neurotransmisores a lo largo del día. Luego ofrecieron a cada participante la elección de una pequeña recompensa inmediatamente gratificante o una recompensa retrasada que tenía un valor mayor. Los participantes que tuvieron que pensar más para la tarea de seis horas tenían más probabilidades de recibir la recompensa inmediata más pequeña. Los investigadores creen que después de que las personas pasan largos períodos de tiempo pensando mucho, ciertos neurotransmisores se acumulan y nos dificultan tomar decisiones estratégicas, y terminamos tomando decisiones impulsivas que no son lo mejor para nuestros intereses a largo plazo.
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